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Siempre en domingo: un espejo distópico para el futuro inmediato


Carlos Decker-Molina: «Siempre en domingo»,

Ápeiron Ediciones, Madrid, 2024, 270 págs.


Reseña escrita por Isabel Mercado


Las distopías, otrora dominios exclusivos de la imaginación, parecen haberse emancipado de la ficción para instalarse en nuestra realidad. Sin necesidad de hurgar demasiado, algunas de las más sombrías predicciones hoy encabezan titulares o, peor aún, constituyen vivencias cotidianas para cientos de miles de personas. Piensen, por ejemplo, en el inminente calvario que enfrentarán los inmigrantes en Estados Unidos. Pero no es ese el tema que nos ocupa aquí, sino una historia que, como toda buena distopía, nos invita a reflexionar sobre los peligros latentes de nuestra época. Me refiero a Siempre en domingo, la más reciente novela del escritor y cronista boliviano Carlos Decker Molina.


Esta obra se adentra en el terreno de la ficción premonitoria, tejiendo un relato donde los hechos imaginados encuentran raíces en fenómenos actuales, otorgando al texto una inquietante cualidad visionaria. Ambientada en el año 2048, la acción transcurre en Q’arapampa, un pueblo del altiplano boliviano marcado por un crimen atroz: un matrimonio es hallado muerto, y su pequeña hija, Otilia, ha desaparecido. Es domingo, y las conjeturas de los comunarios se entrelazan mientras el lector, a través del diario de Wara —la mujer asesinada—, descifra los lentos y dolorosos engranajes que condujeron a la tragedia.


El crimen y sus misterios son apenas el hilo conductor de una trama que, más allá de su función narrativa, ofrece una lúcida disección de la vida en Q’arapampa. Esta sociedad del futuro, paradójicamente anclada en el pasado, se rige por los preceptos del "Gran Yatiri", líder absoluto que ha instaurado un régimen de control férreo basado en el miedo. Su revolución cultural y moral busca restaurar la pureza originaria del pueblo aymara, imponiendo un retorno obligatorio a las costumbres ancestrales. Modernidad y progreso quedan relegados en aras de un ideal mítico, vigilado por un sistema opresivo de delación y castigos.



Información sobre la obra y compra del libro:


En este contexto distópico, Decker Molina explora con maestría los deseos y conflictos de los habitantes de Q’arapampa. Algunos, doblegados por el miedo o la conveniencia, acatan las normas; otros, sin embargo, se rebelan contra el dogmatismo en busca de libertad. El autor logra construir un universo ficcional que, pese a sus tintes extremos, no deja de resonar con inquietantes ecos de nuestro presente. Así, la novela no solo entretiene como un thriller absorbente, sino que también funciona como una advertencia sobre los riesgos del fanatismo, el adoctrinamiento político y el autoritarismo ideológico.


Con una prosa ágil y detallista, Decker Molina nos regala personajes complejos y profundamente humanos. Entre ellos destaca Wara, cuya voz íntima y confesional en su diario da forma a cada capítulo. En ella, el autor traza un retrato vívido de la mujer indígena contemporánea, atrapada entre las obligaciones culturales y sus ansias de emancipación. Es en estos matices donde la obra brilla: en su capacidad de interpelar al lector sobre temas como la violencia de género, la lucha por los derechos femeninos y la irrenunciable necesidad de libertad individual, incluso bajo las circunstancias más opresivas.


Decker Molina, radicado desde hace décadas en Suecia, demuestra con esta novela su profundo arraigo en la cultura andina y su habilidad para convertir lo local en universal. Aunque el relato recurre al paroxismo en ciertos pasajes, estas licencias narrativas resultan no solo válidas, sino necesarias, pues dotan a la historia de un dinamismo que engancha al lector, como si se tratara de una serie de streaming.


El título de la novela, Siempre en domingo, adquiere una dimensión simbólica al estructurar la trama en torno a este día, desde el crimen inicial hasta su resolución. Este recurso refuerza el carácter cíclico y ritualista de la obra, añadiendo profundidad al relato. Con esta entrega, Carlos Decker Molina consolida su prestigio como cronista y novelista. Su capacidad para hilvanar historias que trascienden lo anecdótico, abordando cuestiones universales desde lo particular, es una muestra de su maestría narrativa. Siempre en domingo no solo es una obra literaria destacada, sino también una invitación a reflexionar sobre los peligros del fanatismo y, al mismo tiempo, sobre la inquebrantable resistencia del espíritu humano frente a la opresión.


Nacido en Bolivia, Carlos Decker-Molina vive en Estocolmo desde 1977 después de haber pasado por Chile, Francia y Argentina. Periodista de profesión, hoy es freelance y escritor. Trabajó en Radio Suecia Internacional y ha sido corresponsal de varios medios hispanoamericanos. Participó como disertante en los cursos y seminarios de FOJO (Instituto sueco de capacitación profesional de periodistas), Instituto Cervantes de Estocolmo y París y ha impartido conferencias en eventos sobre periodismo y política internacional en Suecia, México, Cuba y Bolivia. Entre sus obras cabe destacar el ensayo La historia de escribe ayer, las novelas Tomasa (finalista en el Permio Internacional Kipus 2014), Carlos El Lector, El eco de los gritos, y los libros de cuentos, relatos y narraciones Para no morir tanto y Trapos manchados de sangre.

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